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Las personas somos como caminos. Algunos caminos se unen a nuevas carreteras que encuentran a su paso. Algunos de éstos perduran en el tiempo junto a dichas carreteras, otros se separan. Hay caminos y caminos, algunos se unen a otros caminos y se hacen grandes, y forman importantes autopistas. Algunos caminos quedan cortados, inhabitados, tristes, oscuros. Otros, en cambio, se van agrandando, puede que pasen baches e incluso curvas, pero se allanan al final. Hay caminos y caminos, hay tantas carreteras y autopistas en el mundo como personas. Y todos ellos tienen un final, un destino, una meta. Algunos quedan en el olvido, se dan por vencidos,otros luchan por llegar a la meta, y cuando lo consiguen pueden descansar en paz. Pues la vida está llena de carreteras a las que unirse, señales con las que guiarse y áreas de servicio, por si te apetece descansar un rato para poder continuar.